El Elemento Aire
Pese a que puede parecer el elemento menos relevante debido a su naturaleza invisible, el Elemento Aire está permanentemente en contacto con los otros tres y lo puedes encontrar allá donde vayas. El aire satisface las necesidades físicas de toda la naturaleza existente en la Tierra. A su vez, sin el aire, el fuego no podría existir ya que éste es su principal “alimento”. En cuanto al Agua y al Aire, comparten las propiedades de los fluidos y se consideran esencialmente complementarios.
Para nosotros, este elemento nos permite respirar, abrir nuestros pulmones y alimentar nuestro cuerpo y alma. Por este motivo, todos los signos que pertenecen a este elemento tienen una fuerte necesidad de sentirse libres, aliviados y sin ataduras. En ocasiones, afectan a la personalidad y les hacen ser personas muy independientes y autónomas en sus vidas.
Cómo equilibrar el Aire
El mayor reto para las personas marcadas e influenciadas por el elemento Aire es encontrar la manera de encajar en el mundo y entender a las demás personas gobernadas por los otros elementos. No obstante, el hecho de de que el Aire siempre esté en presencia del Fuego, el Agua y la Tierra, hace que su influencia sobre los demás sea muy grande, ya sea para bien o para mal. Normalmente estas personas sienten que viven en un estrato mental donde todo es más ligero y posible. Sin embargo, les resulta complicado implementar sus ideas, su conocimiento y sus prácticas en los entornos de los demás ya que suelen tener enfoques totalmente distintos.
Para lograr el éxito, las personas gobernadas por el Aire deben primero de dejar hablar a los demás, escuchar, analizar todo bien y comenzar a realizar acciones concretas y prácticas. Por otro lado, estas personas suelen necesitar tener rutinas saludables, tranquilas y estables, con horarios más o menos fijos. Es decir, algunas actividades como el deporte u otras aficiones tienen que tener un horario fijado con anterioridad. Esto se debe a que han sido capaces de ver desde el “aire” toda su rutina y conocen bien las fases de cada momento del día. Sin embargo, no tienen una especial habilidad a la hora de adaptarse a las rutinas de los demás ya que encontrarán los errores y las ineficiencias de éstas de manera inmediata.