El Tarot Egipcio: lo básico
Arcano 20 – Tarot de Silvana Alasia
El Tarot egipcio es una de las barajas más populares y reconocidas. La estética que caracteriza a este Tarot es muy apreciada por tanto por los amantes del Antiguo Egipto como por aquellos que tienen un conocimiento básico sobre esta civilización. Además, hay que tener en cuenta que la fuerte simbología esotérica de este mazo es muy apreciada por los seguidores y analistas del Tarot y de las ciencias ocultas. Por estos motivos, la baraja egipcia es una de las más extendidas entre los coleccionistas y lectores de Tarot.
En la mayoría de las ediciones, la bajara de Tarot egipcio está compuesta de 78 cartas: 22 cartas de Arcanos Mayores y 56 cartas de Arcanos Menores. Los Arcanos Mayores se corresponden con los del resto de barajas tradicionales tales como el Tarot Rider-Waite o el Tarot de Marsella. No obstante, los Arcanos Menores se suelen representar por 56 cartas distintas entre sí, rompiendo con la clásica estructura de los cuatro palos con catorce cartas cada uno. Sin embargo, también es habitual encontrar una numeración continua, es decir, empezando por el arcano 1 y terminando por el arcano 78.
Historia del Tarot Egipcio: los mazos
Court de Gébelin
Carta de Etteilla III
(1865)
Les XXII lames hermètiques du tarot divinatoire
(1896)
Arcano 1 del tarot egipcio de Falconnier
(1896)
The Sacred Tarot de C.C.Zain
(1936)
Portada del tarot egipcio de Fournier
(1993)
Portada del tarot de Silvana Alasia
(1996)
Siglo XVIII
En 1781, el autor francés Court de Gébelin se refirió al Tarot como un libro que preserva la sabiduría pura del Antiguo Egipto, oculta y codificada en las tarjetas de la baraja. Esta fue la primera mención escrita del origen egipcio del Tarot, a pesar de que el Tarot ya había estado en uso en Europa durante más de 300 años. Por después, en 1789, el astrólogo francés Etteilla publicó sus propias cartas en el llamado Libro de Thoth. Estos primeros diseños también son conocidos como Etteilla I. A continuación, se publicaron diseños subsiguientes que alteraron el simbolismo de ciertas cartas. A esta nueva edición se le llamó Etteilla II. Más adelante, se publicó una tercera variación de esta baraja denominada Etteilla III. A esta baraja, fechada en 1865, se caracterizó por tener imágenes más grandes y mucho más ornamentadas.
A pesar de los títulos de estas primeras barajas los diseños de las cartas no fueron basados en la cultura egipcia antigua tal y como sus autores reclamaban. Aunque las primeras cubiertas de Etteilla son muy interesantes, carecían de la reconocible iconografía egipcia. Hay que tener en cuenta que la ciencia de la egiptología era todavía muy joven (la piedra de Rosetta no sería descubierta hasta 1799)
Siglo XIX
La siguiente fecha importante en la cronología del Tarot egipcio es el año 1863. En dicho año se publicó el libro L’homme rouge des Toileries, escrito por un autor francés conocido por el seudónimo de Paul Christian. Este libro relata un encuentro entre Napoleón y un monje benedictino que le muestra en secreto un manuscrito oculto. Este manuscrito describía en detalle setenta y ocho claves pictóricas correspondientes al Tarot, pero con nombres e imágenes egipcias. Muy probablemente, el propio Paul Christian inventó esta historia para documentar y justificar las ideas que circulaban en los círculos ocultistas de su tiempo. Por ello, aunque algunos documentos de la época puede que tengan un origen ficticio, no cabe duda del creciente interés en Europa por todo lo oculto y lo antiguo, creciendo de esta manera la popularidad de la baraja egipcia.
Muy posiblemente, uno de los eventos más importantes para la historia del Tarot egipcio fue la aparición de diseños que verdaderamente imitaban el arte del Antiguo Egipto. Esto ocurrió por primera vez en 1896 con la publicación del libro Les XXII lames hermètiques du tarot divinatoire de Falconnier. Los diseños eran del dibujante M.O.Wegener y estaban basados en las descripciones detalladas de Paul Christian. Por ello, este trabajo marcó el nacimiento del Tarot egipcio como lo conocemos hoy en día. Aunque evidentemente no hay una base histórica que de su origen en tablas del Antiguo Egipto, hay una clara inspiración cultural egipcia en las tarjetas de Falconnier.
Primera mitad del siglo XX
Cinco años después de la publicación de Falconnier y Wegener, Edgar de Valcourt-Vermont publicó su libro Practical Astrology donde se reproducían las ilustraciones de Wegener y se añadían todos los diseños de los Arcanos Menores. Estas 78 cartas fueron reeditadas y publicadas en 1978 por el fabricante suizo de naipes AGMüller bajo el nombre Tarot Egipcio.
El modelo de cartas de Falconnier fue rediseñado en 1936 por Gloria Beresford para ilustrar el libro The Sacred Tarot de C.C.Zain. Esta versión añadió agregó numerosos detalles tales como las constelaciones que aparecen en toda la cubierta o los dibujos en miniatura añadidos a las cartas. No obstante, el contenido del libro de Zain fue publicado por primera vez en 1918 como un curso de instrucción. En esta primera edición, las ilustraciones que utilizó el autor fueron las del libro Practical Astrology. El trabajo de Zain es especialmente importante porque incluyó lo que es probablemente la primera traducción inglesa de las descripciones originales de los Arcanos de Paul Christian. Esta traducción fue llevada a cabo en 1901 por Genevieve Stebbins. Una nueva edición de The Sacred Tarot fue publicada en 1996 con diseños gráficos significativamente mejorados.
Poco después de la publicación de Zain, John H. Dequer editó una baraja en 1949 con diseños basados en los propios de Zain. La versión egipcia de La Emperatriz de Dequer apareció como portada del conocido Libro Thoth de Crowley en el año 1944.
Segunda mitad del siglo XX
Hay varias barajas modernas que siguen el modelo de Wegener. El Ibis Tarot, publicado en 1991 por AGMüller, es una de sus interpretaciones más bellas. Es también, a pesar de que fue pintado casi 100 años después, es uno de los diseños más fieles a los originales. Por otro lado, el artista Josef Machynka basó sus cartas en los diseños en el libro Practical Astrology en el año 1988, sin saber que realmente fueron tomadas de los diseños anteriores de Wegener.
La artista italiana Silvana Alasia es conocida por haber creado varias cubiertas de cartas egipcias, todas publicadas por Lo Scarabeo. El primero de sus Tarots egipcios fue publicado en 1996 y consistía en 78 diseños pintados a manos sobre pergamino. Sus diseños siguen el estilo de Wegener con la excepción de los arcanos XII, XIII, XIX y XX que se basan en el arte egipcio original.
Una interesante variación del patrón de Wegener fue introducida en el Tarot Egipcio de Kier, publicado por Editorial Kier de Buenos Aires en los años 70. El diseñador de la portada de este Tarot fue un empleado de la editorial cuya identidad es desconocida. Una versión en inglés de esta baraja fue impresa por US Systems en 1984. La mayoría de sus Arcanos siguen el patrón de Wegener, mientras que otros son completamente rediseñados de acuerdo a estilos egipcios auténticos.
Las ediciones modernas
El Tarot de Kier generó numerosas barajas. La mayoría fueron publicadas en España y Latinoamérica. Uno de estos mazos es el diseñado por Margarita Arnal Moscardó en 1988 y publicado por Naipes Comas en Barcelona. Cada carta representa conceptos que son análogos a los del Tarot de Kier, pero usando diseños completamente diferentes basados en fuentes egipcias reales.
En el año 1980, se diseñaron 22 arcanos para acompañar versos escritos por Victorino del Pozo. Los diseños fueron publicados por Editorial Barath en una edición limitada de 999 barajas. El poema junto con las cartas de Tarot, se publicaron bajo el nombre Apología del Libro de Thoth Tarot, aunque comúnmente se le llama el Tarot Egipcio de Barath. Por otro lado, Fournier publicó en el año 1993 su propio Tarot Egipcio con diseños en acuarela dibujados por Esther Casla.
El Tarot Egipcio: ¿mito o realidad?
Thoth, dios del destino
La leyenda dice que cerca Gran Pirámide de Guiza, situada en las afueras de El Cairo, se encontraron 108 tablillas talladas en oro del año 2600 a.C con las figuras de los Arcanos Mayores y Menores, conformando el Tarot original creado por Thoth. Thoth era el dios egipcio de la escritura y el conocimiento, encargado de prever el futuro y de medir el paso del tiempo. Por ello, era considerado el dios del destino. Suele estar representado por un hombre a cuclillas con la cabeza de Ibis, el ave sagrada de los egipcios, y con un papiro en su falda. Según cuenta la leyenda, el conocido Libro de Thoth es un texto que aparece fragmentado en diversos papiros y contiene dos encantamientos. Supuestamente, uno de los uno de ellos permite a quien lo lea percibir y entender a los dioses.
El incendio de la biblioteca de Alejandría
El escritor, filósofo e historiador francés Court de Gébelin publicó en 1781 la obra denominada “Le Monde primitif, analisé et comparé avec le moderne” (El Mundo primitivo, analizado y comparado con el moderno), cuyo octavo volumen sostenía que existía un texto sagrado egipcio que se salvó milagrosamente del incendio de la Biblioteca de Alejandría. Este libro incluía una baraja de extrañas figuras y hacía referencia al Libro de Thoth. En 1789, Cout de Gébelin publicó su baraja de Tarot alegando y defendiendo su origen egipcio, basándose en el contenido del texto sagrado mencionado.
El Tarot Egipcio es… europeo
No obstante, la realidad es que no se ha encontrado ningún juego de cartas de Tarot que esté datado en el Antiguo Egipto. Pese a la teoría de Court de Gébelin, no existen pruebas científicas relativas a la determinación de la antigüedad de objetos (por ejemplo, la prueba del Carbono 14), que sostengan semejantes afirmaciones. Posiblemente, este tipo de suposiciones están basadas en rumores y especulaciones de carácter popular. Además, en ninguna excavación correspondiente al Antiguo Egipto se han encontrado grabados ni escrituras con Arcanos Mayores ni los palos de los Arcanos Menores. Ni si quiera piezas con nombres parecidos a los de los Arcanos Mayores. Aunque la cultura egipcia dejó un legado altamente esotérico, el Tarot es un juego originado en Europa en el siglo XV y todas las barajas que se denominan “Tarot Egipcio” son obra de autores europeos de los siglos XIX y XX.